miércoles, 1 de octubre de 2008

North Beach

¿Quién dijo que en Chicago no iba a ver el sol nunca? Y es que por muy crudo que sea el invierno aquí, tienen un verano como Dios manda. Con su cielo despejado y su sol abrasador. La principal diferencia con España es que aquí el calor es muy húmedo, del que se te pega a la ropa, pero eso casi nunca supone un problema. Lo bueno es que aún a finales de septiembre hemos podido disfrutar de algún día completamente estival. Si además los astros se alinean y dicho día cae en fin de semana, pues… ¡Miel sobre hojuelas!

Y ocurrió que este sábado pasado los astros se alinearon. Así que un grupo reducido decidimos hacer una incursión a la playa, celebrando que terminábamos una semana repleta de midterm exams y homework assignements. Nos levantamos a una hora medio decente y salimos a mediodía desde el IIT tras una noche de danzas modernas y bebidas espirituosas. El resto de la gente se quedó en cama reposando. Nosotros no estábamos del todo frescos, pero hubiera sido pecado desperdiciar el maravilloso día que nos estaba siendo brindado. Y como todos sabéis el mejor lugar para disfrutar de un día soleado es… por supuesto… ¡La playita!

Así pues, cogimos el metro hasta la parada de Clark/Division. Tras atravesar un mercado de verduras, seguimos la North Lake Shore Drive rumbo a la playa. Conforme vas caminando hay un momento en el que te giras y das la vuelta y te encuentras con una vista impresionante:



Creo que este es el mejor sitio para ver el skyline de Chicago desde el norte. Se puede ver claramente como la Hancock Tower domina el paisaje y hace que el resto de rascacielos se encoja de envidia. Pero será por poco tiempo, pues la Espiral de Calatrava (aquí lo llaman “The Spire”, el “Calatrava” lo omiten) está en construcción por ahí cerca y se espera que supere en altura a la mismísima Sears Tower. Como apunte curioso, en la foto, justo delante de la Hancock, casi inapreciable, está el conocido Hotel Drake de Chicago.

Pero nuestro objetivo no era quedarnos como pasmarotes mirando el paisaje. Anduvimos por un paseo durante unos minutos y llegamos a nuestro destino.



A diferencia del otro día que fuimos (1 de Septiembre, Labor’s day), esta vez en la playa había menos gente y estaba más despejada. Cerca hay un edificio con baños y vestuarios, en la parte de abajo tiene un barecillo y en la de arriba un restaurante de comida rápida (creo). En la arena hay pistas de volley-playa. De vez en cuando pasa gente vendiendo helados y refrescos (a veces hasta cerveza). No tuvimos dificultad en encontrar un sitio donde poder extender las toallas, tumbarnos a tomar el sol y a descansar un rato (os recuerdo que la noche anterior fue movidita). El sol calentaba pero la brisa refrescaba el ambiente. Se estaba genial.

Tras una horita de reposo decidí darme un chapuzón. Contrariamente a lo que la gente cree, el agua del lago en verano no es tan fría (de hecho la vez pasada estaba demasiado caliente para mi gusto). Todo aquí te hace creer que estás en una playa de Benidorm: no se ve el otro extremo del lago y hasta hay pequeñas olas. Pero cuando te metes en el Lago Michigan te invade una sensación extraña. Se echa en falta muchísimo la sal del mar. Sin embargo uno se acostumbra enseguida. Una vez salí del agua me volví a tender al sol en mi toalla. Hay que tener cuidado porque aquí el sol quema tanto o más que el de España, como ya comprobé la última vez que vine.

A eso de las cinco pusimos rumbo caminando al Downtown, donde cogeríamos de nuevo el metro hacia el IIT. Y así fue como acabó lo que me temo que será mi última incursión playera del año. No… No soy pesimista. Soy realista. Ahora miro desde mi ventana y el cielo está cubierto de nubes. Las hojas amarillean en los árboles aferrándose vana y débilmente a las ramas, tratando de evitar lo inevitable. No puede haber mejor preludio para el otoño. Pero lejos de dejarme invadir por la nostalgia pienso recibir el otoño con excitación, pues dicen que es la época del año más bonita para ver Chicago. No dudo que será cierto.

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3 comentarios:

Israel dijo...

No te quejes de la playa del lago, que al menos parece natural... aquí Sentosa es de cartón piedra (y no estoy exagerando, hay rocas de cartón piedra!!)
Un abrazo y a seguir pasándolo bien!!

Ro dijo...

De cartón piedra??
Fotos please!!!

Israel dijo...

En las fotos no se aprecia que son de cartón piedra!! De aparencia son exactamente iguales a las reales, pero si les das toquecillos con los nudillos se nota que están huecas, jajaja!! :D