miércoles, 5 de noviembre de 2008

Yo estuve allí

Cronológicamente, la siguiente entrada a la última que escribí en este blog debería ser la que describiese la fiesta de Halloween a la que fuí, seguida por otra relatando mi experiencia navegando de noche en un yate-casino por el lago Michigan. Pero ayer, 4 de Noviembre de 2008, tuve la suerte de vivir un importante momento histórico en primera persona. No hace falta columpiarse mucho para saber cual fue. Sí. Ayer ví, en vivo y en directo, desde el Grant Park de Chicago cómo Barack Hussein Obama se convertía en el Presidente Electo de los Estados Unidos de América nº44 y el primer Presidente afroamericano de esta nación.

En un país como Estados Unidos ésto supone un cambio enorme tal y como muestra este reportaje fotográfico. Finalmente, la Historia ha hecho justicia y América tiene por fin su primer presidente negro, pero aún queda mucho por hacer en materia de discriminación racial. Sin ir más lejos Chicago actualmente es una ciudad segregada. Si bien no lo es de jure, lo es de facto. La opulenta zona norte, habitada mayoritariamente por blancos, contrasta abismalmente con la sórdida zona sur, lugar de residencia de la mayoria de la comunidad afroamericana de Chicago y area devastada por la violencia, la delincuencia y la pobreza. Tristemente, casos similares se suceden a día de hoy a lo ancho y largo de esta vasta nación que es Estados Unidos.



Barack Obama, aunque keniata de origen y hawaiano de nacimiento, es un chicagolense por adopción. Aquí en Chicago es donde tuvo su primer trabajo de organizador comunitario en la zona sur de la ciudad (como ya he dicho aún castigada por la delincuencia y la pobreza). Illinois es el estado por el que Obama ha sido senador. De Chicago es oriunda su esposa Michelle, y en Chicago han nacido sus dos hijas. La tradición manda que los candidatos presidenciales estén en sus "ciudades de origen" la noche de las elecciones (McCain estuvo en su ciudad, Phoenix) por lo que era de esperar que Barack Obama estuviese anoche en Chicago. Y así fue. Se anunció hace tiempo que su discurso tras la jornada electoral tendría lugar en el conocido Grant Park de Chicago. A escasos 5km de mi residencia. Y yo, por nada en el mundo me hubiera perdido un acontecimiento semejante.

Al suavizarse la temperatura en las calles, diríase que el propio clima de Chicago quisiese sumarse a los ciudadanos al realizar su homenaje particular a Obama en ese decisivo día del 4 de noviembre del 2008. Tras estar paseando por la tarde en el Downtown, unos amigos y yo dirigimos nuestros pasos hacia el lugar de encuentro. Grant Park. Conforme caminábamos bajando por la avenida South Michigan fuimos viendo a multitud de gente con camisetas, banderas, pancartas. En la iconografía popular, a Barack Obama se le compara con Martin Luther King, con Malcolm X y con Nelson Mandela. Había 70.000 personas agolpadas en Grant Park. Cerca de un millón de almas (se dice pronto) en el area colindante. En Chicago, feudo demócrata y obamista la euforia crecía conforme se iban conociendo los resultados de los comicios, en Virginia primero y finalmente en el estado que le ha dado la victoria: Ohio. En ese momento, ese millón y pico de personas, blancas y negras unidas sin complejos, estallaron de júbilo y celebraron extasiadas el triunfo de Obama.



La gente esperaba ansiosa frente a las pantallas enormes habilitadas por el ayuntamiento el momento de escuchar a los candidatos presidenciales por primera vez tras conocerse el resultado. El derrotado John McCain fué el primero en hablar. Los abucheos y silbidos dieron pasos a aplausos cuando el candidato republicano reconoció elegantemente su derrota: "América ha hablado y ha hablado claro". También agradeció el trabajo de sus compañeros de campaña y le tendió la mano a su contrincante durante los últimos meses para afrontar los retos que le esperan.

A continuación, después de hacerse esperar unos minutos habló el candidato demócrata, vencedor de los comicios. Tras recibir la ovación y el aplauso general del gentío agrupado allí, comenzó a dar un magnífico discurso que recomiendo ver leer a todo el mundo. Palabras de cambio y esperanza intercaladas una y otra vez con el lema de su campaña "Yes, we can" ("Sí podemos"). Agradecimientos a su familia y a sus colaboradores en esta larga y dura campaña electoral. Homenaje a su rival, el senador John McCain, y un reconocimiento al enorme esfuerzo realizado y al constante amor a su patria. Remarcó los graves problemas y retos que su país debe afrontar. La crisis financiera generada aquí y propagada al resto del mundo, las reformas sociales y la necesaria mejora de los servicios de educación y sanidad prestados a los ciudadanos, la esperada firma y aplicación del protocolo de Kioto, la apuesta por las energías renovables y la resolución de una guerra que ha supuesto un enorme gasto al país. Obama hizo una sobrecogedora alusión a la historia de una votante afroamericana de 106 años, Ann Nixon Cooper, y a los enormes cambios que ha visto a lo largo de su siglo de vida. Obama invitó a la nación a preguntarse qué cambios quiere ver en su siglo. Obama invitó a la nación a trabajar para hacerlos realidad.



Y yo, aunque tan solo soy un humilde espectador podré afirmar en el futuro que yo fui testigo de todos estos acontecimientos que quedarán escritos para siempre en el libro de la Historia. Yo estuve en la South Michigan Avenue de Chicago el 4 de noviembre de 2008, caminando entre la multitud que estalló en euforia cuando se supo el resultado de los comicios en Ohio. Yo estuve en el Grant Park de Chicago el 4 de noviembre de 2008, oyendo en vivo el discurso de Barack Obama tras la victoria. Yo estuve en el Grant Park de Chicago el 4 de noviembre de 2008 cuando no solo éste país, sino el mundo, cambió.

Yo estuve allí.

3 comentarios:

Rafa Pagés dijo...

se me han saltado las lágrimas ro... ya eres un americano más :)

Israel dijo...

Aún no tiene su arma (o sí??), un americano no es americano si no hace uso de su derecho de armas... :P

nuriabenn dijo...

Yo estoy con Isra y con Rafa

un besote